14 jun 2011

/ ¿Quién nos invitó a la guerra en Colombia?

Pasaría desapercibido para muchos de nosotros, pero el mensaje no era para nosotros. Este es un típico mensaje de tranquilidad a los mercados o de línea política pragmática dirigido quizás a la oligarquía colombiana, quizás a la clase media venezolana, o posiblemente a la invisible mano del mercado.

José Vicente Rangel es su columna del diario Últimas Noticias el 12 de junio de 2011 coloca este párrafo del cual subrayo en amarillo lo que debemos extraer con pinzas sin perder el contexto:
"El terrorismo, expresión de una repudiable estrategia política, lo demuestra. El que practican organizaciones sociales, partidistas, religiosas, desacredita la causa en nombre de la cual se adelanta. Con su otra cara, el terrorismo de Estado, igual. Porque el terrorismo envilece  -en cualquiera de sus manifestaciones- a quienes lo practican y a la ideología que lo asume. Tanto el terrorismo de las Farc: secuestros, asesinatos; de Al Qaida, con demenciales ataques a instalaciones civiles, como las manifestaciones del terrorismo de Estado: crímenes de lesa humanidad de los militares y la derecha en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia, Venezuela, Brasil, países centroamericanos; las siniestras actuaciones de la CIA y Fuerza Armada de EEUU contra los derechos humanos en diversas partes del mundo, Guantánamo, Abu Ghraib; o de Israel contra el pueblo palestino. Todo lo cual está en la misma línea envilecedora de la política…" José Vicente Rangel | Últimas Noticias |12/06/2011
José Vicente Rangel fue canciller y sabe muy bien que todos los países de América del Sur rechazaron muchas veces el pedido de la oligarquía colombiana de declarar a las guerrillas en dicho país como organizaciones terroristas. Las razones las resume mejor Rafael Correa en unas de sus declaraciones:

"Esto no es nada nuevo, esto ha sido siempre la política exterior de Ecuador, porque entre otras cosas ni siquiera las Naciones Unidas" las llaman terroristas (...) Aseveró que "si les digo terroristas a las FARC nos vamos a tener que involucrar en ese conflicto y no nos vamos a involucrar en un conflicto que no es nuestro, eso jamás lo voy a permitir".  Rafael Correa | Telesur | 14/02/2008
Una vez leí en un viejo diccionario y me quedó grabada la definición que hacía este de la palabra terrorismo: "Acciones realizada por grupos revolucionarios para generar terror". Era una definición ridícula pero que demostraba que el valor de uso de esa palabra fue apropiada por la derecha reaccionaria y luego fue apropiada por los defensores de derechos humanos que crearon el concepto de terrorismo de estado.

Acá se pretende hacer ver que hay organizaciones sociales terrorista. Es el mismo lenguaje de la criminalización de los movimientos sociales, el lenguaje de la "Guerra contra el terrorismo" creada en Washington, es el leguaje de la "Seguridad Democrática" de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Es el mismo lenguaje usado en el momento que fue capturado en Venezuela el periodista sueco y ex-militante de la exterminada Unión Patriótica, Joaquín Pérez Becerra.

Es necesario recordar que las leyes anti-terroristas aprobadas por los gobiernos de derecha de América Latina luego de los atentados del 11 de septiembre atacan principalmente a quienes paralizan una empresa o dejan de producir (huelga de trabajadores) y quienes trancan una calle (piquetes). Eso quiere decir que la guerra anti-terrorista no es en principio contra los narcos, sicarios y organizaciones guerrilleras o paramilitares sino contra el pueblo (trabajadores y desempleados) que representa a la mayoría. (En Venezuela también se propuso una ley parecida pero gracias a la crítica de Iris Varela se pudo detener).

El anti-terrorismo es hoy en día la doctrina política ideológica del imperialismo yanqui. Si Rómulo Betancourt estuviera en estos días por acá no sería un ferviente anti-comunista sino un anti-terrorista que mandaría a disparar y averiguar después. El anti-terrorismo es pues la doctrina Monroe en su última expresión.

Solo quedarían unas preguntas: ¿Nos vamos a involucrar en el conflicto colombiano? ¿Algún país de sudamérica piensa declarar a la guerrilla colombiana como organización terrorista? ¿El imperialismo yanqui nos dejará de atacar por decir que las FARC son terroristas y colaborar en la guerra contra el terrorismo o indistintamente hará lo que está haciendo con Libia luego de debilitar las relaciones de su gobierno con organizaciones presuntamente terroristas?

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11 jun 2011

/ La relación de los EEUU, Colombia, la Pequeña Burguesía y la izquierda con Chávez

"A la perfección de los dioses, que realiza el supremo ideal del sabio, debe ser dirigido un culto desinteresado de admiración, no el culto servil de la imploración y de los conjuros, constituidos por el interés y el temor" Epicuro
EEUU prefiere a un izquierdismo moderadísimo. EEUU sanciona a Venezuela y es evidente que se trata de un mensaje al resto de países de América Latina. Colombia coloca condiciones costosas para avanzar en la creación de la CELAC.

La estrategia de EEUU es el aislamiento de Venezuela de América Latina y los movimientos sociales desde las agresiones y la estrategia de Colombia es la misma desde la presión diplomática. Colombia no ha dejado de ser una ficha del imperialismo. Lo que salga de la boca del presidente Santos es palabra consensuada con el imperialismo.

Las últimas medidas “pragmáticas” del Gobierno Bolivariano demuestran las contradicciones internas del mismo gobierno. Al asumir el pueblo la construcción del socialismo en una sociedad dependiente de los ingresos petroleros, lo más cuestionado por éste pasa a ser el estado burgués ineficiente que entorpece los avances del poder popular emergente.

Grandes proezas de la revolución -como las misiones- son realizadas con instrumentos paraestatales populares y no por el viejo estado. El asunto es que al estado burgués le salieron defensores. Una parte de la pequeña burguesía que se instaló en el estado burgués y se propuso construir un estado más eficiente, sin quitarle lo burgués.

Una contradicción crece dentro de la revolución, es la contradicción entre la pequeña burguesía y un pueblo en proceso de organización que ve en los burócratas y su práctica un freno al impulso revolucionario que llevan. Esta pequeña burguesía no cree en los movimientos sociales, realiza su balance de fuerzas sin contar con el pueblo, no son capaces de ver tampoco cuándo los movimientos sociales demuestran su capacidad de auto-convocarse como la marcha contra la Impunidad y la Criminalización de los Movimientos Sociales.

Los acuerdos con Colombia puede que garanticen cierta paz en la región, pero es la paz desde los estados y la violencia en Colombia sigue desatada con asesinatos a dirigentes campesinos, desplazados, sindicales, etc. y en el caso de Venezuela la corrupción, el acaparamiento, el asesinato de campesinos, los desalojos arbitrarios, etc. persistirán mientras la solución no se encuentre en manos del pueblo.

No dudamos que el presidente Chávez sea parte del pueblo y crea verdaderamente en el pueblo. En el momento que el dialoga con organizaciones sociales inmediatamente se identifica con éstos. Tal fue el caso de su diálogo en El Calvario con el movimiento de pobladores que revolucionó la política en materia de viviendas.

Sería un error grave callarse ante una posición que consideramos errada de nuestro compañero Chávez. Sus espacios de diálogo con el movimiento popular son limitados y con el debate se han logrado que no solo nuestro compañero presidente cambie de opinión sino que también gran parte de la sociedad apoye el proceso de radicalización de la revolución.

La otra vía es ser institucionalista, es decir, repetir como loros lo que emana del estado de manera mecánica. Es la lógica del burocratismo, quienes adulan a Chávez no son sus amigos, quieren cargos y privilegios.

En cambio nuestro compañero Chávez tendrá nuestro apoyo y con este apoyo viene incluida -sin costo adicional- la crítica y la autocrítica, demostración de que lo que construimos y conservamos es una verdadera amistad entre los movimientos sociales y el líder de la revolución.
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8 jun 2011

/ Política Silente-Resistente

Miles marcharon este martes (panorámica)
La foto la tomó @lubrio:
http://www.flickr.com/photos/lubrio/5809729577/in/photostream

Pudimos observar, en la marcha del 7 de junio contra la impunidad y la criminalización, que sus asistentes sabían de ese tema que no se debe nombrar, se solidarizaban con esos personajes que tampoco se pueden nombrar y mucho menos solidarizarse porque hayan sufrido de una acción

Todos recordaron cómo fueron informados que pudo ser una provocación, infiltración, trampa o jugada política táctico-estratégica-brilante que, según siguen diciendo nuestros medios, nosotros no sabemos el porqué ni tampoco lo entenderíamos y que seguramente sabrá dios o quien dio la orden que lo hizo para bien de nosotros sin que supiéramos.

Más clara no pudo ser la marcha, sin nombrarlos los nombraron y en la marcha estaban. Es una muestra de cómo en silencio se resiste, sólo hace falta el valor.