El sentido común, llámesele toda esa mezcla contradictoria de ideas que han sido sembradas en la conciencia colectiva por los dominadores a través de los instrumentos de reproducción ideológica como lo son la escuela, la universidad, las relaciones sociales y los medios de comunicación. El sentido común debe ser derrotado en este debate por una TV revolucionaria, ya que impone supuestos como ciertos e impone categorías e indicadores en función de los intereses de la clase dominante.
Entonces debemos comenzar por ratificar la necesidad de desarrollar nuevas categorías e indicadores en función de los intereses de la clase trabajadora y del pueblo, que están llamados a ser la clase dominante en el socialismo. Porque es hacia el socialismo que debemos empujar y no a la creación de monstruos mediáticos con el fin de congraciarnos a pesar de no promover en nada el avance hacia el poder popular.
Entonces el raiting, que sólo persigue obtener datos cuantitativos sobre quienes van a ver la publicidad a ser transmitida en un horario determinado, debe pasar a un lugar menos privilegiado en el análisis que debemos realizar. Decimos menos privilegiado porque no se desprecia la audiencia en términos cuantitativos sino que se le debe dar el lugar que merece.
Lo otro, que debe quedar eliminado del análisis, es el más común de los males a la hora de realizar la crítica en comunicación; la mirada individual del crítico, ya que esta mirada está bajo los designios y mandatos del sentido común. Es así como obtenemos comentarios como "a mí me parece que ese formato o ese canal no sirve", sacados desde la barriga y la perspectiva meramente individual que sabemos está llena de contradicciones internas.
Entonces nuestra propuesta se desarrolla de manera dialéctica
Por un lado debemos priorizar el análisis del impacto de la programación desde la perspectiva que nos interesa; la pedagogía de masas, donde la pantalla funciona para mostrar las contradicciones del mundo capitalista, mostrar los embriones del mundo nuevo, dar herramientas para la cotidianidad y la lucha frontal por la construcción de una nueva sociedad socialista, y rescatar la esperanza de una salida humana a la crisis capitalista, entre otras.
Por el otro lado, desde el punto de vista de los espectadores y productores, debemos profundizar en la deconstrucción de los mensajes, no podemos seguir trabajando con nuestro sentido común. Por esto se desarrollan los Círculos de Realización, con participación de los trabajadores del medio y los Consejos Populares de Comunicación para la formación crítica de la audiencia, la observación de los medios y las propuestas críticas frente a la nueva pantalla.
Está naciendo una nueva pantalla en Venezuela, pero trae consigo métodos y formas de pensar heredadas del enemigo. Ahora no está permitido aceptarlos como natural e inderrotables. Debemos deconstruir, desde la participación popular los mensajes y articular con los trabajadores el desarrollo de una propuesta de método de producción para obtener como fin una programación que apunte a la pedagogía de masas, para contribuir en el derrocamiento del viejo estado burgués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario