La palabra fue democratizada, el derecho a hablar se hizo realidad y el miedo escénico fue desapareciendo. Un pueblo acostumbrado a callar y oir comienza a tomar espacios, sea la asamblea del barrio, la radio comunitaria, la televisión etc, y nace una necesidad asociada a este proceso; la formación de un discurso. Y la formación de un discurso en nuestros tiempos pasa por escuchar los grandes discursos en los medios, especialmente en la televisión.
Chávez alimentó en sus alocuciones a miles de voceros que se nutren de su discurso para tomar la palabra en cada espacio, la repetición se hace necesaria entonces y se echó la palabra a andar en un proceso de debates de todo tipo.
Sin embargo esta democratización de la palabra trajo consigo dos nuevos problemas a resolver; a) La entropía en la multiplicidad de voces, es decir, voces con múltiple accionar que resulta en una dirección errada o nula y b) la multiplicación de charlatanes que asumen un discurso que no está relacionado con su práctica.
La entropía de las voces
Las primeras grandes movilizaciones del proceso revolucionario, que se dieron a finales del año 2001 hasta el golpe de estado de abril de 2002 fueron una muestra de la diversidad de discursos y planteamientos políticos que se fueron concentrando en la consigna general No Pasarán, pero la cantidad de pancartas, consignas particulares y banderas demostraron que existía una multiplicidad de voces que se encontraban entre sí solo a través del discurso del presidente Chávez. Es la evidencia de un proceso que descansa especialmente en la conexión directa de todos los venezolanos y venezolanas con el presidente Chávez.
Este fenómeno es resultante de la falta de organización del proletariado y el pueblo de Venezuela, y podríamos asegurar que esa desorganización es causada por las persecuciones contra las organizaciones sociales y partidos revolucionarios en los diversos períodos de la nación como también como resultado del extremo desarrollo desigual producto de la dependencia del imperialismo. Ante la imposibilidad de la izquierda (conjunto de organizaciones revolucionarias y sociales) de gobernar y en este caso de alzar la voz y ante el descalabro de la oligarquía, su incapacidad de gobernar y en este caso la pérdida de credibilidad ante el pueblo, se optó por delegar el poder y por supuesto la palabra a Hugo Chávez.
Multiplicación de charlatanes
Igualmente en el inicio de la Revolución Bolivariana, cuando el proceso no se había declarado ni socialista ni antimperialista, los que nos decíamos socialistas y antimperialistas nos reconocíamos por las ideas que defendíamos. Algunos habían demostrado su práctica y lucha antimperialista y por el socialismo pero la mayoría no habíamos sido puestos a pruebas en el antimperialismo ni en la construcción de experiencias socialistas. La palabra estaba por delante, múltiples divisiones sufría una organización en medio de un debate de cómo sería la revolución cuando la pudiéramos ver, troskistas, maoistas, marxistas leninistas, todos tenían una idea de cómo sería la revolución pero no tenían la práctica necesaria que hizo a los grandes líderes del socialismo mundial escribir sus tesis.
Es desarrollo de las izquierdas en América Latina nace en los movimientos estudiantiles y en las universidades, desde la Reforma de Córdoba en Argentina hasta nuestros días la izquierda se incuba en las universidades. Podríamos decir que esto sucede por la misma razón, el desarrollo desigual en materia de educación no permitió que sectores obreros se iniciaran en el estudio de las teorías revolucionarias. Como es lógico, esta izquierda ha desarrollado discursos desde la nubes y pocas veces logró salir de los muros universitarios, pero también ha sido escuela de muchísimos salta-talanqueras y charlatanes que manteniendo y repitiendo discursos grandilocuentes sacan provecho personal por encima de los objetivos éticos que implica una revolución.
En 2006 se realizó en Pleno Nacional de Organización de las y los Socialistas, como proceso para el desarrollo de una construcción unitaria de las organizaciones revolucionarias. Pero esto era ya una necesidad sentida en muchos espacios del territorio nacional, justo después de la victoria electoral del presidente Chávez de diciembre de 2006, se inicia la organización del Partido Socialista Unido de Venezuela, el cual recibe un a avalancha de inscripciones.
Era evidente la necesidad de confluir fuerzas en una organización y crear espacios de direccionalidad colectiva para fortalecer un proceso que descansaba en los hombros de un ser humano. Esto también trae consigo un proceso de aglutinamiento de las expresiones, con diversos caminos a tomar.
Fraseología Burocrática
Durante los varios congresos realizados del PSUV se ha venido desarrollando una suerte de fraseología que intenta unificar el discurso de los revolucionarios. Este proceso peca de moralismo porque pide formación y orientación para los demás, se cree que repetir un discurso infinitas veces hará que las ideas sean asumidas de forma automática por la población y se produce lo que Marx llamaba falsa conciencia, se repite un discurso el cual no se practica por el simple hecho de que la unidad de los revolucionarios implica un discurso único.
Este discurso se repite en los medios oficiales, todos los días escuchamos de distintos actores las mismas frases y los mismos planteamientos. El conflicto, como origen de un debate enriquecedor para el desarrollo de la conciencia por sus propios medios, ha desaparecido. Las notas de prensa de los medios de comunicación inician revelando lo bueno que hizo el gobierno sin que el espectador sepa qué fue lo que hizo el gobierno. Esa es la fraseología burocrática que cree en el difusionismo como arma de la guerra comunicacional y establece una relación vertical de comunicación con el sujeto. Esto ha llegado hasta el punto del desarrollo de estrellas en la revolución, son fenómenos de la televisión, los cuales no se les conoce su práctica en lo más mínimo pero en la pantalla de Tv se rasgan las vestiduras en defensa de la patria y la revolución, pudiendo terminar el programa y ser como el famoso payaso Popi que fuera de cámara odiaba a los niños.
Este fenómeno es la mistificación, lo describe muy bien Karel Kosik en 1968, filósofo marxista de Checoslovaquia:
"Puesto que el pensamiento político es sustituido por la fraseología política, el sistema funciona simplemente para infundir falsa conciencia de las masas como supuesto de su propia existencia, y cualquier intento en la evaluación crítica es rechazado como una herejía y un sacrilegio. El razonamiento dialéctico, e incluso el sentido común, están excluidas de la toma de decisiones."
Este fenómeno transforma los medios para la política, unos segundos de fama te pueden convertir en ministro o diputado. La primera dirección del partido que fue electa estuvo conformada por moderadores de programas de televisión, ¡entre los más votados!. Ya la pantalla de VTV pasa a ser muy vigilada y no cualquiera puede ser entrevistados en sus programas y mucho menos cualquiera puede ser un entrevistador que reta a otro líder de la oposición a través del espectro radioeléctrico.
Fraseología Crítica
Sin embargo en esas mismas elecciones de la dirección nacional de PSUV el más popular fue el General Muller Rojas, quien en pocos segundos en VTV dijo qe Chávez estaba sentado en un nido de alacranes y rápidamente las masas decidieron apoyarlo en gran medida. Esto ha abierto las puertas a otra fraseología, la crítica.
Muchísimos y pequeños movimientos y tendencias socialistas realizan el trabajo de hormiga directamente en las comunidades, pero sin querer se repiten muchos clichés del criticismo. La base fundamental es la catástrofe, cuando se dice que la revolución está en peligro de muerte todos voltean a escuchar en una asamblea. Muchos lo hicimos de buena intención sin saber que repetíamos la misma práctica de quienes criticábamos; un discurso radical con una práctica incoherente con el mismo. De allí la multiplicación de esta otra forma de mistificación, que termina promoviendo la parálisis ante un escenario catastrófico donde todo aquel que aspire al poder o detente un espacio en el mismo ya esta corrompido por ósmosis al sentarse en su silla. Falsos rumores corren y apreciaciones subjetivas van y no promueven una política concreta ni un accionar concreto.
Retomar el pensamiento crítico y revolucionario
Hoy en día no podemos creer solo en las palabras, la construcción de la política pasa por el desarrollo de nuestras propias fuerzas orgánicas para demostrar en la práctica la capacidad de los movimientos sociales y revolucionarios de demostrar en la práctica lo que pregona en el discurso. Siendo un movimiento campesino un indicador importante debe ser cuánto aportará a la mesa del venezolano ese movimiento, más allá de querer convencer de que la revolución es buena y que somos revolucionarios , y así podemos decir del movimiento de trabajadores, estudiantiles, y de los propios dirigentes políticos del Partido.
Para no ser presa de la fraseología el pueblo y los movimientos sociales pueden armarse de sus propias herramientas. La comunicación popular, la formación en construcción de mensajes de diversos formatos y el estudio de su efecto permite desmitificar el efecto comunicador, para que entendamos que non existe la opinión pública sino la opinión de clase.
Y sabiendo que este proceso se juega en la unidad de los revolucionarios se hace necesario aclarar que un planteamiento, si es revolucionario, se hace cada vez más fuerte si es sometido a las más duras críticas y que el desarrollo de espacios para el debate son tan necesarios como los centros de distribución de alimentos y demás. Estamos en la obligación de construir un sistema de comunicación participativo y autónomo para que garanticemos, con el debate la unidad de acción en medio de la diversidad del pensamiento. Un pensamiento único inmoviliza y paraliza, mucho más cuando la realidad práctica lo desmonta a diario, al contrario para impulsar los esfuerzos en una misma dirección un debate organizado, con fundamentos y profundidad permitirán incorporar al pueblo mucho más en este proceso que estamos obligados a defender.